En la denominada confesionalidad doctrinal el poder se erige como sujeto creyente y proclama la religión verdadera. Los principios religiosos se convierten en parámetros que miden la legitimidad de la actuación político-administrativa.
- Adaptación de las estructuras por el Estado según la confesión religiosa
El Estado hará suyos los parámetros que dicte una confesión religiosa determinada y adapta las estructuras a las exigencias éticas y morales de la religión, incorporando a su propio ordenamiento las instituciones sociales religiosas.
- La confesionalidad doctrinal es excluyente e intolerante
Es evidente que aquellos ciudadanos que no profesen la religión del Estado son excluidos y expulsados. Por tanto, consideramos esta confesionalidad como excluyente e intolerante.
- Fenómenos dan lugar a la confesionalidad doctrinal
Hay dos fenómenos que concurren paralelamente:
+ Identificación entre unidad religiosa y política.
+ Confrontación bélica entre Estados por razón de religión. Esto da lugar a alianzas entre los estados que profesan una misma religión.